Ropa interior amarilla para que tu 2022 sea exitoso y adinerado, si puedes viste color dorado en todo tu outfit y tendrás aún más suerte. Al terminar de comer las 12 uvas frota un billete de 100 pesos (o de 100 dólares mejor aún) pidiendo que este año se multiplique por más. Son estos ejemplos de los rituales que muchos hemos hecho en alguna ocasión ya sea por diversión o por la creencia en que su puntual seguimiento nos traerá prosperidad en el año venidero.
Es poco común hablar de supersticiones en el mundo de los negocios. No es frecuente que ejecutivos reconozcan, al menos públicamente, que poseen ritos, creencias, amuletos o bien que recurren a la numerología o a las horóscopos para fundamentar o al menos complementar su proceso de toma de decisiones. Lo cierto es que basta rascar un poco en las biografías de empresarios celebres o en los datos del comportamiento de los mercados para constatar que las prácticas de pensamiento mágico tienen una influencia en los negocios y en el valor de los activos financieros (entendiendo por magia aquellas relaciones de causa-efecto que no pueden explicarse todavía científicamente).
John Piermont Morgan, el patriarca del banco de inversiones que lleva su nombre, acuñó un dicho que describe el uso de estas herramientas, “los millonarios no utilizan la astrología, los multimillonarios sí”. Basta ver que el 91% de los edificios de Manhattan, una de las principales capitales financieras del mundo, carecen de piso 13. O que en China el uso del número 8 ha sido asociado milenariamente a la prosperidad y hoy las familias pagan un premio por las propiedades marcadas con ese número y castigan aquellas ubicadas el número 4 (un número de la mala suerte al pronunciarse muy parecido que la palabra muerte en cantonés).
El mercado de valores chino ha sido objeto de estudio permitiendo concluir que la numerología afecta la valuación de las empresas al momento de su IPO (oferta pública inicial para levantar capital). Hirshleifer, Jian y Zhang encontraron que los inversionistas prefieren siempre acciones con códigos de identificación en Bolsa que contengan números de la suerte (como el 6, 9 y sobre todo el 8). Basta ver el caso del Bank of China cuya acción en la bolsa de Shanghái posee el identificador 601988. Así pues, los autores encontraron que existe una prima de valuación 23% mayor (medido sobre la base del market-to-book ratio) para las firmas listadas con números de la suerte respecto a aquellas que contienen números de mala suerte. También encontraron que después de un periodo de 3 años este sobreprecio tiende a corregirse en la medida en que existe más información sobre el desempeño de una empresa.
Como vemos, la incertidumbre sobre el futuro de una compañía y los entornos cambiantes nos hacen recurrir a las herramientas de la superstición para generar una sensación de mayor control y reducir la ansiedad. No es casualidad que las prácticas de superstición crezcan en tiempos de estrés o angustia como lo observaron Padgett y Jorgenson durante los años de crisis económica en Alemania entre 1918 y 1940.
La recurrencia de estos sesgos en mercados supuestamente racionales ha sido estudiada por la llamada Economía del Comportamiento (Behavioral Economics). Sus teorías recientes consideran tanto a la razón como a los sentimientos como gobernantes complementarios de nuestras decisiones. Las llamadas Profecías Autocumplidas describen cómo las acciones tomadas a causa de una cierta creencia infundada terminan convirtiéndola en realidad. El Efecto Pigmalión es otra teorización del comportamiento que establece que las personas se ajustan a las expectativas que tenemos de ellas e incluso nosotros mismos terminamos por ajustar nuestros comportamientos en función de nuestras propias autoexpectativas.
¡La superstición puede entonces potencializar el desempeño! Harvard Business Review hace referencia a un reciente estudio en el que personas equipadas con sus amuletos de la suerte reportaron no solamente mayores niveles de autoconfianza que aquellos a quienes les fueron retirados previo a un experimento, sino que también se desempeñaron mejor y persistieron mucho más en las tareas difíciles que se les asignaron.
Así que tengas o no ritos de prosperidad o practiques algún ritual en los negocios deseo que rindan frutos para todos en este nuevo año.